Base 105, día 415 del año 3458.
Nos encontramos en Dagobah, un planeta pantanoso y húmedo, no hay civilización y espero que todo el tiempo que yo esté aquí pase rápido, porque en este planeta solo hay plantas, niebla y muchas naves estrelladas que nos sirven de trinchera.
Me llamo Alfa, pero mis compañeros me llaman Al, es una abreviatura bastante simple, pero qué le vamos a hacer… si me quieren llamar así, yo les dejo, son chicos muy majos y yo muy solitario.
Nuestros espías nos han dicho que mañana al mediodía llega un batallón de droides y mi escuadrón y yo les tenemos preparada una emboscada junto a unos cuantos escuadrones más.
Nosotros seremos el cebo, por eso es posible que muera.
Día 417 del mismo año.
Hoy me he despertado en el hospital y solo tenía un miembro de mi escuadrón al lado. No recuerdo nada de lo que ha pasado. Mi compañero, que se llama Black, me ha contado que nos aniquilaron y que a mí me tumbo un disparo de tanque droide. La mitad del escuadrón cayó en el primer ataque y el resto intentó cubrirme, pero con muchas bajas. Black aprovecho para traerme hasta aquí arrastrándome. En definitiva, los droides han conquistado la base y todo ha salido mal. Es posible que alguien les haya informado de nuestros planes, porque los droides no suelen ser tan listos.
Black me dijo que lo sentía, se refería a lo del brazo, que ya no estaba, me lo acababan de amputar.
Se despidió informándome de que ya no serviría más al ejército, sino al Canciller Palpatine, seré de su guardia personal. Me acoplarían un brazo nuevo y a defenderle. Mi vida de teniente ha terminado.